La historia de los sitios y aplicaciones de citas 🤝
Los inicios de los sitios de citas a través de la sociología de las prácticas
Los servicios de citas tienen su origen en el siglo XIX. El primero fue la imprenta industrial, que dio lugar al surgimiento del "anuncio clasificado", seguido de la tecnología informática, que dio lugar a las primeras plataformas de citas a ambos lados del Atlántico, y por último Internet y sus aplicaciones móviles, que dieron lugar a los servicios que conocemos hoy en día.
La industrialización y la urbanización de la segunda mitad del siglo XIX llevaron a los jóvenes a alejarse de su entorno original. Se aíslan cada vez más de su círculo familiar y de su vecindario. Estos círculos de parientes suelen permitirles encontrar a su cónyuge. Esta mayor independencia de la familia va acompañada de una mayor libertad de elección matrimonial. Así, los jóvenes se emancipan poco a poco de sus padres y se permiten elegir a su futuro cónyuge. Así, las futuras parejas ya no se presentan, sino que se conocen en la vida cotidiana.
En los años ochenta, estos encuentros eran casuales, a diferencia de lo que ocurría antes, cuando todo estaba controlado. Esto supuso un gran cambio, ya que la gente se reunía más en sus lugares de trabajo, en sus estudios, etc. Después de diferentes etapas en la historia que permitieron el desarrollo de una nueva relación con el amor, pasando por la intermediación matrimonial en el siglo XIX y luego el minitel y el teléfono subieron en el siglo XX, los sitios de citas finalmente se están desarrollando.
La llegada de la tecnología digital
Internet se democratizó en los años 80 en Estados Unidos; los sitios de citas fueron de las primeras plataformas interactivas que llegaron a la red, incluso antes que las redes sociales, las primeras de las cuales no aparecieron hasta 1997.
Uno de los primeros sitios de citas conocidos hasta la fecha apareció en Estados Unidos; es Match.com. Sitios del mismo tipo se están extendiendo gradualmente en América del Norte y Europa. Así pues, la tecnología digital llega a Francia casi al mismo tiempo.
Los primeros sitios de citas franceses se crearon a finales de los años 90. Incluyen, por ejemplo Netclub.es (1997) o Amantes.com (1998). Sin embargo, el acceso a Internet era todavía muy limitado en Francia en aquella época. Lnes son un tabú en Francia, tienen un gran éxito desde la década de 2000, según Margaux Déage. Impulsados por la extraordinaria difusión de las prácticas digitales, estos sitios de citas se están popularizando y multiplicando rápidamente.
Tanto en Francia como en el extranjero, se pusieron en marcha muchos sitios durante los 2000, impulsado por nuevos empresarios de la web como Marc Simoncini. Este último está considerado como el pionero de la Internet francesa y lanzó en particular Meetic en 2002.
2008 fue un año histórico para estos sitios, ya que había más de 1.045 sitios de citas dirigidos a un público francés. Sin embargo, más de un tercio de ellas no consiguen sobrevivir en la red, sobre todo por la fuerte competencia que aún existe. Así, los servicios de citas se van democratizando poco a poco y la tecnología permite aportar una variante móvil a este fenómeno en torno a 2010. Esto es cuando el aplicaciones servicio de citas. El primer servicio en ganar visibilidad es el Grindr (2009), para los encuentros homosexuales.
Su progresiva democratización
La aparición de aplicaciones de citas está revolucionando este mercado, ya que los teléfonos móviles permiten añadir funciones como la geolocalización. Entre los servicios que lo utilizan, encontramos Tinder (2012) y Happn (2014).
En 2013-2014, un tercio de los solteros y separados visitaban sitios especializados, lo que demuestra el impacto de los servicios de citas y la democratización de la búsqueda del amor.
Además, su uso se ha convertido en algo habitual. Ahora es "normal" conocer a la pareja por Internet, como en el trabajo, en el contexto de una actividad de ocio o incluso a través de familiares o amigos. En segundo lugar, sin sustituir los antiguos medios de discusión (cara a cara, teléfono fijo), estos servicios de citas amplían las posibilidades de contacto. Además de los medios habituales (salidas, invitaciones, ayuda mutua, etc.), los internautas discuten, comparten intereses, intercambian fotos y crean relaciones especiales entre ellos.
Esta es la historia de los sitios y aplicaciones de citas.
Véase también: Los motivos de una ruptura